desESPERANZAs de VIDA



No es buen árbol el que da malos frutos,
ni árbol malo el que da buen fruto


Continúo con noticias relevantes del año pasado y de éste:

Esperanza de vida: el Ministerio de la Enfermedad publicaba a finales de 2019 el informe “Esperanzas de vida en España, 2017”, documento disponible en: www.mscbs.gob.es.

De este estudio se ha dado una gran publicidad a los datos incluidos sobre el aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas; que sitúan a España como el segundo país con mayor esperanza de vida al nacer entre los países de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Todo un “éxito” del Ministerio de la Enfermedad y más madera para aquellos que son de la opinión de que hay que subir la edad de jubilación.

Una noticia más en el sentido de qué bien van las cosas de la salud. Cosa que nadie puede negar a excepción de las gentes que se oponen al progreso, gente idiota, curander@s y charlatan@s.

En este clima de optimismo El País, ABC, La Vanguardia, El Periódico y la Sexta han cumplido, y con toda seguridad continuarán cumpliendo, la gran misión de mantenernos informados sobre los grandes avances de la ciencia en el campos de la biotecnología y la investigación farmacéutica que tanto nos beneficia a tod@s.

Diciembre de 2018

Se publicaba la noticia del s. XXI. Sustentada en una investigación realizada por el prestigioso centro de estudios en economía de la salud Weber y llamado El valor del medicamento desde una perspectiva social. De esta forma se presentó en sociedad tan importante noticia:

“Tras siglos de esfuerzos, aciertos y errores, la medicina ha experimentado en las últimas décadas un avance de tal calibre que ha hecho posible que hoy las personas puedan vivir más y mejor que nunca, lo que constituye uno de los grandes hitos de la historia

En El País, el gran Francisco Cañizares escribía consciente de este gran momento histórico:

Si durante las primera mitad del siglo XX lo que más influyó en la prolongación de la expectativa de vida fueron las medidas de higiene y salud pública –gestión de aguas residuales o suministro de agua–, y posteriormente la promoción de estilos de vida saludables o el progreso en las condiciones socioeconómicas, en las últimas décadas las claves del progreso corresponden al avance imparable de la ciencia médica y a los medicamentos innovadores. Según el informe El valor del medicamento desde una perspectiva social estos son responsables del 73% del aumento de la esperanza de vida. El anhelo de vivir más años en las mejores condiciones de salud ha sido posible en gran medida a principios activos que cambiaron la forma de curar.

Noticia colateral fue el reconocimiento de que el aumento en la esperanza de vida en la primera mitad del siglo XX poco tiene que ver con la medicina. Esta verdad ya podía ser admitida; ya que en diciembre de 2018 comenzaba una nueva época para la humanidad.  

Por fin teníamos una definición científica de enfermedad: una alteración en alguna pieza del cuerpo, el remedio: drogas con una acción específica que solucionan o solucionarán cualquier avería sin tener en cuenta factores sociales, medioambientales o psicológicos y al creador de estos fármacos: la industria farmacéutica. Un pleno.

Si la noticia del siglo no fue celebrada con una borrachera de felicidad generalizada fue porque no hacía falta este estudio. Cualquier persona amante del progreso ya sabía que esto era así aunque hasta ahora la "ciencia" no avalara esta “verdad”.

Bastaba con leer El País, el ABC o prestar atención a gente de la que no se puede dudar de su honradez, valentía y sabiduría como Fernando Cervera o Emilio Molina para saber que esto es así.

Es cierto que este estudio, El valor del medicamento desde una perspectiva social (2018), podía ponerse en duda por varias cuestiones. No se hizo ésto con toda seguridad por el bien general. Para qué andar enredando el asunto si lo cierto es que al estudio sólo se le podían objetar cuestiones menores. El estudio es, sin ninguna duda, un reflejo fiel de la realidad.

Entre las cuestiones menores, muy menores, tanto como para no tenerlas en cuenta, pero ya digo, nimiedades que sólo terraplanistas y gente así tendría en cuenta se encuentran las siguientes:

- El informe está patrocinado por la industria farmacéutica (Farmaindustria). 

- En este estudio se afirma que los medicamentos funcionan si los pacientes siguen las pautas del médico. Entonces cómo han llegado a la conclusión de que el 73% del aumento de la esperanza de vida se la debemos a los medicamentos si los pacientes mentimos, a veces hacemos caso del médico y otras no.

- Existen numerosas investigaciones que ponen en duda que en la actualidad exista una variable única (el fármaco) relacionada con la esperanza de vida y la calidad de vida como afirma este estudio elaborado por la industria farmacéutica. Estudios que también ponen en duda que examinar cuerpos y medicar sea el camino único para mejorar la vida y la esperanza de vida saludable de una población.

Investigaciones gamufas


todas las pruebas disponibles muestran un impacto comparable en la salud del bajo nivel socioeconómico con el de los principales factores de riesgo. Nuestro estudio sugiere que la adversidad socioeconómica debe incluirse como un factor de riesgo modificable por las estrategias, políticas y vigilancia del riesgo sanitario a nivel local y mundial.

En Estados Unidos la Asociación Médica Americana (AMA) publicaba en 2016 un estudio llamado The Association Between Income and Life Expectancy in the United States, 2001-2014. Esta investigación mostraba como un mayor nivel de ingresos monetarios se relaciona con una mayor esperanza de vida en Estados Unidos y que esta diferencia en la esperanza de vida entre ricos y pobres iba aumentando con el paso de los años.

Esta investigación mereció una editorial del Journal of the American Medical Association (Revista de la AMA) . La editorial comenzaba así:

El hallazgo de que el ingreso predice la mortalidad tiene una larga historia. Los estudios del siglo XIX incluyen Villermé1 en París, Francia, en 1817, Engels en Manchester, Inglaterra, en 1850, y Virchow en la Alta Silesia en 1847 hasta 1848. Los análisis modernos incluyen el estudio Whitehall de funcionarios británicos, cuyo estado se midió por los ingresos, así como hallazgos similares para otros países europeos. De hecho, el gradiente de mortalidad por ingresos se encuentra donde y cuando se busca. La declaración de Virchow de que "la medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina a mayor escala" no ha perdido nada de su resonancia. Sin embargo, la corriente principal médica, mirando hacia atrás a Koch en lugar de Virchow, enfatiza la biología, los factores genéticos, las enfermedades específicas, el comportamiento individual, la atención médica y el seguro de salud.

Otro estudio más reciente se publicó en Suiza. Titulado Longer and healthier lives for all? Successes and failures of a universal consumer-driven healthcare system, Switzerland, 1990–2014, relaciona la esperanza de vida y la esperanza de vida saludable con el nivel de estudios y no parece que sea especular mucho si relacionamos nivel de estudios con el nivel de ingresos económicos.

Otro estudio, más o menos reciente, publicado en The Lancet, (Inequalities in life expectancy in six large Latin American cities from the SALURBAL study: an ecological analysis), relacionaba las desigualdades en la esperanza de vida en las grandes ciudades de Latino-américa con las desigualdades sociales. Llamando a la realización de políticas que aborden las desigualdades sociales para mejorar la salud en las ciudades de la región.

Ya hice referencia a un estudio (2019) que establecía la relación entre ingresos económicos irregulares con daños cerebrales y cognitivos.

Existe mucha evidencia científica que muestra que un bajo nivel de ingresos está unido a peor salud y menor esperanza de vida. Al impacto de los factores sociales en la salud es necesario unir los medioambientales y los psicológicos. En España una persona se quita la vida cada dos horas y media.

Como ya he dicho todo esto son nimiedades que no merece la pena tener en cuenta. Lo que cuenta es la Ciencia.

Esperanzas de vida en España 2017

Vuelvo al inicio, al informe del ministerio de la enfermedad. Este documento es realmente extraño por los datos que contiene. Me viene a la cabeza las palabras de Francisco Cañizares en El País: El anhelo de vivir más años en las mejores condiciones de salud ha sido posible en gran medida a principios activos que cambiaron la forma de curary la cosa no cuadra.

En Esperanzas de vida en España 2017 se plasma que:

Con Respecto al año anterior, la esperanza de vida en 2017 descendió 0,1 años en el conjunto de la población y 0,2 años en las mujeres.

Desde 2006, los años de vida saludable a los 65 años de edad disminuyeron 1,3 años, lo que supuso una reducción del porcentaje de años vividos sin limitación. 

La desigualdad entre regiones ha crecido. Mientras que en Andalucía se han perdido 1,21 años de vida saludable, en La Rioja se han ganado 6,38 años de vida saludable.

Cosas raras que ni el ministerio ni las sociedades científicas que lo asesoran han podido explicar: estos datos son de difícil interpretación dice el informe.

Nuestra generación de mayores es la más medicada de la historia y con la peor salud. Inexplicable. 

La ex María Luisa Carcedo

El 19 de diciembre de 2019 EL Economista se vendió junto a un especial sobre salud en España. Que no era un especial sobre salud, sino un especial dedicado a la industria farmacéutica y bio-tecnológicas.

No faltó a esta cita para la promoción de este negocio privado la ex-ministra que escribió con disciplina su artículo en favor de éste:

“Tenemos demasiados problemas sociales que atender aún y muchos de ellos se abordarán mejor desde las tecnologías.”

De nuevo la entonces ministra en funciones ponía la ciencia por encima de la verdad y la realidad.

Pesaba más el estudio de Farmaindustria, El valor del medicamento desde una perspectiva social y de las sociedades científicas que asesoran al ministerio, que los datos contenidos en el informe de su propio ministerio. Antes Ciencia que verdad



Aclaración:

Las esperanzas de vida saludable se desarrollaron para saber si una vida más larga se acompañaba de un aumento en el tiempo vivido en buena salud (escenario de compresión de la morbilidad) o en mala
salud (expansión de la morbilidad).

Comentarios

  1. Muy esclarecedor, como siempre ¡Gracias! ...entonces... va a ser que las comunidades centenarias que estudió Dan Buettner llevan centurias disfrutando de una tecnología y farmacopea más avanzadas... ¡Ahí va! pero si resulta que la tecnología y la farmacopea son cosas que vienen de mucho antes que el siglo XXI, el XX, y si me apuras antes del X ... XD

    https://www.ted.com/talks/dan_buettner_how_to_live_to_be_100?utm_campaign=tedspread&utm_medium=referral&utm_source=tedcomshare

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  2. Quizá nuestros gobernantes no hayan oído hablar todavía de por qué existen las "zonas azules":

    http://theconversation.com/el-secreto-de-la-longevidad-en-las-zonas-azules-nueve-razones-para-vivir-mas-99552

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    1. Otra vez gracias. No conocía la existencia y el estudio de "las zonas azules". Otra evidencia de que no todo son fármacos.

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  3. Gracias Paco, de nuevo, por tus aportaciones. Dejando de lado a nuestros gobernantes, lo cierto es que la mayor parte de las personas que conocemos comparten las creencias de nuestros gobernantes en contra de su propia experiencia, lo que vivimos no tiene ningún valor, sólo lo que nos cuentan, y más si lleva la etiqueta Ciencia. Como si sólo los millenials hubieran conocido a sus abuelos, o como si ver gente mayor paseando por las calles sea un fenómeno reciente y milagroso. Un disparate del que casi todo el mundo participa. Una buena forma de crear mercado para las farmacéuticas.

    https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140673608602925/fulltext

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  4. Me he acordado de "El Jardinero Fiel" y de "Elysium". Creo que a día de hoy sólo el cine, la televisión y los canales de youtube tienen auténtica influencia sobre la gente. Lo malo es que me parece que estos mensajes sólo calan en quienes ya están convencidos o en quienes tienen predisposición a estarlo. Recuerdo el nudo en el estómago que tenía nada más acabar "Syriana" y el comentario de dos mujeres saliendo del cine: "esto no es creible, "¿cómo no va a tener un agente de la CIA en su coche GPS?"

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  5. Lo que quiero decir es que para el resto son simplemente películas de conspiraciones y de ciencia ficción, no lo extrapolan a la realidad que están viviendo.

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    1. Bienvenido José, es probable que tengas razón y que "estos mensajes" sólo calan a l@s ya convencid@s. Este espacio no tiene ningún interés en convencer a nadie, está hubicado en algún lugar del hiperespacio para quienes quieran encontrarlo. En todo caso es imposible engañar a todo el mundo todo el tiempo, de eso estoy convencido.

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    2. Con "estos mensajes" no me refiero a los de tu blog, sino a los que pretenden transmitir esas películas.

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  6. La misma historia que con la incidencia del covid, a pesar de las voces de articulistas o incluso de políticos que hablan de la importancia de factores como la pobreza o el hacinamiento, nos siguen machacando con despropósitos, "no pasa nada si vas apretujado en el metro, pero no se te ocurra asistir a un concierto al aire libre, sobre todo si es de rock, en los de clásica no pasa nada, porque Beethoven vela por ti, pero Johnny Thunders quiere que le hagas compañía en el infierno". Y lo más importante es insistir en que es un virus democrático, que tanto te pilla en un palacio como en una favela.

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    1. He vuelto a leer el post y como dices, ahora, más de lo mismo y lo que nos queda.
      Un abrazo muy grande.

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