el MIEDO mata




 en el comienzo,
Dios creó el miedo
Mira y López

Desde el siglo XVI se encuentran testimonios de muertes causadas por la acción de la magia.

A mediados del siglo XX, Cannon escribirá un clásico sobre este fenómeno. No es necesario entrar en la polémica que se produjo entre Cannon y Curt Rutcher sobre los mecanismos fisiológicos implicados en estas muertes. Sí tiene interés la relación entre estos asesinatos “psíquicos", ”contemplados y descritos por médicos, antropólogos y sacerdotes" durante la expansión y exportación de la “civilización” occidental por el mundo, con una emoción básica: el miedo.

Como definición de miedo voy a comenzar con la siguiente: “sistema de alarma que nuestro cerebro activa cuando detecta una posible amenza”. Definición necesaria para saber de qué voy a escribir de aquí en adelante.

El trabajo de Cannon aborda, por tanto, un fenómeno: la muerte provocada por los hombres “magia negra” y que se encuentra recogido en ”los registros de antropólogos y otras personas que han vivido con personas primitivas en partes muy dispersas del mundo” .  

Sobre el tema escribirá Cannon: “El fenómeno es tan extraordinario y tan extraño a la experiencia de las personas civilizadas que parece increíble; Ciertamente, si es auténtico, merece una cuidadosa consideración. Propongo recitar instancias de este modo de muerte, preguntar si los informes del fenómeno son confiables y examinar una posible explicación del mismo si resulta ser real”.

Excluidas otras  sposibles causas  de estas muertes como el envenenamiento o la falta de alimento, etc., concluye Cannon que el fenómeno es real. Se puede morir de miedo.

Entre las diferentes fuentes recogidas por Cannon se encuentra  el testimonio  del Dr. S. M. Lambert, del Servicio de Salud del Pacífico Occidental de a la Fundación Rockefeller, que varias veces le escribiría informándole de casos reales de “muertos de miedo”.

Un caso del que fue protagonista Lambert incluía una “agonía” y una “recuperación” mágicas. Narra este médico que en una misión en Mona Mona, al norte de Queensland, uno de los ayudantes del misionero, un nativo converso llamado Rob, enfermó tras un encuentro con un hechizero que le apuntó con un hueso.

Cuando el Dr. Lambert llegó a la misión encontró a Rob muy enfermo y extremadamente débil aunque sin síntomas ni signos de enfermedad. Por el misionero tuvo conocimiento de lo sucedido y de que Rob estaba convencido de que se estaba muriendo.

El asunto terminó arreglándose de la siguiete forma. Tras amenazar al brujo con dejarle a él y a los suyos sin comida, el hechicero visitó a Rob, se inclinó sobre la cama del enfermo y le dijo que todo había sido un error, una simple broma. Esa misma noche, cuentan, Rob regresó al trabajo muy feliz y en plena posesión de su fuerza física. . . 

Otro médico consultado por Cannon, el Dr. JB Cleland, profesor de patología de la Universidad de Adelaida, tampoco tuvo dudas sobre la realidad el fenómeno del asesinato “psíquico”:

 “ de vez en cuando los nativos del arbusto australiano mueren como resultado de que se les apunte con un hueso, y tal muerte no puede estar asociada con ninguna de las lesiones letales comunes”.

Como demostración de que la muerte por miedo es posible Cannon también recogerá la experiencia de Mira y López durante la Guerra Civil Española. Mira encontró unos 100 casos de soldados que desarrollaron “psicorrexis” o “ansiedad maligna”, una psicosis de evolución fatal: la muerte. Muertos de miedo en occidente y en el siglo XX.

Sin embargo entre los Azande la cosa era distinta.  El antropólogo E.E. Evans-Pritchard en su estudio sobre los Azande y la brujería observó que ningún Azande podía morir de terror por causa de la brujería. El destino del azande no estaba escrito. Cuando sufre una desgracia (caer enfermo por ejemplo) sólo tiene que decubrir al brujo que provocó el mal y obligarle a retirar su hechizo o hacerle frente con la magia para volver a la normalidad.

Del trabajo de Cannon podemos deducir tres factores, que de forma conjunta, pueden provocar la muerte psíquica o graves enfermedades: el poder de las creencias, la falta de control sobre el medio y el abandono.

El poder de las creencias

Con los ejemplos que aparecen en el trabajo de Cannon y otros concluimos que la magía y la brujería son vividas como una amenaza real, tan real como un tigre o un virus para nosotr@s. El hechizo es tan mortal para los creyentes como el disparo de una pistola. La importancia de las creencias es tal que la efectividad del asesino “psíquico” depende de la reputación que éste tenga entre su comunidad (Malinowski, 1948). 

La falta de control sobre el medio

Como hemos visto, entre los Aznade no se conocían casos de muerte por brujería ya que ésta es una actividad controlable, bastaba con encontrar al brujo y obligarle a retirar el hechizo para que todo vuelviera a ser como antes.

Mira y López, tomando el punto de vista de la psicoterapia, discute con Cannon el desencadenante del miedo. Para Cannon el miedo lo provoca un estímulo, este puede ser un pensamiento o una creencia, para Mira lo fundamental no es el estímulo, sino que nace de la interrupción del  curso de la vida. “La duda es la raíz de la ansiedad” (Aníbal Ponce citado por Mira y López). Por tanto, para Mira el miedo “no es más que la conciencia del fracaso individual, el anticipo de una insuficiencia reaccional”.

“Así pues el problema real del miedo se halla dentro del organismo". Por ello un cándido alumno replicó a la pregunta de su maestro: -"¿Tiene Ud. miedo de mi pregunta?''- "No señor, tengo miedo de no saber la respuesta”

La incertidumbre, la impotencia, provocan miedo.

El abandono 

De nuevo con Cannon. Cuando da detalles de las circunstacias que acompañan la muerte del “hechizado”, también describe la repercusión que tiene la  magia negra en las relaciones sociales de la víctima:

Esta es una creencia tan firmemente sostenida por todos los miembros de la tribu que el individuo no solo tiene esa convicción, sino que está obsesionado por el conocimiento de que todos sus compañeros también la sostienen. De este modo se convierte en un paria, totalmente privado de la confianza y el apoyo social de la tribu. En su aislamiento, los espíritus maliciosos que él cree tienen que ver con él y son capaces de maltratarlo irresistiblemente y calamitosamente, ejercen supremamente su poder maligno.

Somos un animal social y le corresponde a Freud ser el primer psicotearapeuta que relacionó la ansiedad con la pérdida de la persona amada, aunque anteriormente William James ya teorizó con que "la gran fuente de terror en la infancia es la soledad" (1890). Freud nos va a  decir lo siguiente: “la ansiedad es la reacción ante el peligro de pérdida de la persona amada”. "La pérdida de alguien amado y deseado" es "la clave que facilita la comprensión de la ansiedad" (Freud, 1926).

John Bowlby, años más tarde y ya con el sustento de la investigación experimetal, llegará a una conclusión similar sobre la angustia; definiéndola como la “urgencia de recobrar el complemento perdido”.

Una idea fundamental en la obra de Bowlby es que "la situación causante de temor que con mayor frecuencia se procura ignorar u ocultar es la referente a la inaccesibilidad o falta de respuesta de una figura de apego". "En presencia de un compañero digno de confianza disminuye el miedo que puede inspirar cualquier situación".

El psiquiatra británico Collin Murray Parkes estudiando el duelo en adultos describirá las diferentes formas con las que intentamos el imposible de restituir a la persona amada y fallecida. El anhelo de la persona amada nos mantiene en situación de urgencia, de búsqueda de lo anhelado negando la realida; como si no fueramos capaces de diferenciar entre las ausencias temporales y las definitivas.

No es raro que esta situación de urgencia, de negación, pasando por las otras fases del duelo pueda acabar en la muerte: “El evento de vida severamente estresante de perder una pareja fue seguido por un riesgo transitoriamente incrementado de fibrilación auricular que duró 1 año, especialmente para las pérdidas menos predichas”

La soledad no escogida, el desamparo matan.

Miedo y sociedad

El miedo tiene también una dimensión social. Primero porque es contagioso, los signos de miedo de una persona pueden provocar la misma emoción en un observador (Bandura, 1968). Segundo, porque los medios de comunicación tiene gran capacidad de sembrar el miedo en una sociedad generalizándolo.

Yotam Ophir tras analizar miles de artículos publicados en periódicos durante los brotes H1N1, Zika y ébola en Estados Unidos se encontró con la sigiente paradoja:

“Un objetivo central de cualquier comunicación de salud es darle a la audiencia una sensación de control . Para que eso suceda, la gente debe saber que hay formas de protegerse contra las amenazas y que estas formas son efectivas . Pero como mostró mi análisis, la cobertura de noticias tendía a incluir muy poca cantidad de dicha información”.

Sobre las lecciones que dejó la pandemia de gripe porcina (2009-2010) un trabajo publicado en 2011 alertaba, entre otras cuestiones, sobre lo que había sido una realidad en hospitales de todo el mundo y que podía volver a repetirse. El pánico provocado por la prensa y gobiernos acabó llenando las salas de urgencia y colapsando los hospitales:

La amplia cobertura mediática, así como los comunicados de prensa del gobierno, provocaron pánico y un miedo indebido en la población. Esto dio como resultado que los departamentos de emergencias y las cirugías médicas se abrumaran con solicitudes, inicialmente de antivirales y luego de vacunación. El efecto de esto fue que aquellos que tenían muchas más probabilidades de estar en riesgo de esta infección a menudo no podían acceder a los medicamentos. La gran mayoría de las personas que no tienen factores de riesgo solo necesitaban quedarse en casa y mejorar por sí mismas (generalmente dentro de 2 o 3 días) y buscar ayuda médica solo si desarrollaron síntomas para sugerir que desarrollaron una complicación secundaria como bacteriana neumonía.

El miedo no sólo colapsa hospitales y mata; el miedo también es capaz de apagar nuestra capacidad de razonamiento. Puede ser la señal de que un “salvador” se encuentra cerca.

Por ahora me quedo aquí.

Comentarios

  1. ...¡¡¡And the saviour is!!!... Y de pronto llegó el doctorrrrr, manejando un cuatrimotorrrrr.... ¿Y saben lo que pasó? Todas las brujerías del brujito de gulugú, se curaron con la vacú, con la vacuna-luna-luna-lú.
    Me ha encantado; gracias! Me lo guardo para enriquecer referencias y, lo mismo, actualizar el artículo/pinkprint sobre el miedo. Además, me ha hecho recordar un par de cosas. En la novela de Orson Scott Carr, los hermanos de Ender –Valentine y Peter– crearon, usando las redes de forma anónima, ese clima de miedo y descontento para propiciar la conversión de Peter en el "Hegemón": la solución a todos los males, desajustes y discordias planetarios mediante la imposición de un orden mundial mediante un gobierno centralizado. Una suerte de solución al estilo del Tianxia chino: el "Todo bajo el cielo" que se auto-justificaría como la ¿única? manera de coordinar voluntades e intereses tan dispares (y de incapacidad manifiesta de llegar a acuerdos) para obtener un fin común (más o menos) al gusto de todos. Hitler también promulgaba algo parecido con la promoción de su Lebensraum solo que los problemas del mundo no eran los reales sino los que estaban en su cabeza. Pero el Tianxia también provoca la autoperpetuación de ciertas élites e instituciones en el poder al margen de su poder y capacidad, reales y eficientes, de gestión. Quizá la OMS, curiosamente propuesta por un delegado chino de la ONU (acompañado de otros dos, brasileño y noruego), bebiera en origen de esos principios chinos presentes por osmosis colonizadora en todo oriente y ahora se desvela la afección del propio sistema: burócratas en cuyas decisiones priman la economía y el autosostenimiento institucional sobre la humanidad y el conocimiento. ¿Has escuchado el audio de Félix Rodríguez de la Fuente que se ha puesto ahora de actualidad en el que alerta sobre eso? Bueno, él opone filósofos y políticos (mal) contra científicos (bien). El problema es que ahora esas barreras son difusas y astronáuticas ;-)

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    1. Gracias Paco. He buscado el audio Felíx Rodríguez tras leer tu comentario. Cuando se presentan dos posturas enfrentadas a veces olvidamos que puede existir otras opciones.

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  2. La biología de la creencia: la liberación del poder de la conciencia, la materia y los milagros
    Libro de Bruce Lipton

    Me recomendaron leerme este libro hace poco, a ver si lo hago.
    No sé si lo conoces igual te sirve.

    En cuanto a los medios de comunicación en estos momentos ( y otros muchos ) deberían de pasar a llamarse MIEDOS de comunicación...

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  3. O mejor dicho MIEDOS DE INCOMUNICACIÓN...

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