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Facebook está tratando de controlar cómo piensa la gente bajo el pretexto de verificar los hechos

del editor en jefe de BMJ


 Tiene que haber un derribo público rápido y devastador de sus supuestos [sobre la Declaración de Great Barrington]. Todavía no veo nada de esto online, ¿está en marcha?

del  correo electrónico entre Fauci y Francis Collins


"hemos trabajado con Google para asegurarnos de que las personas que buscan información sobre el coronavirus vean la información de la OMS en la parte superior de sus resultados de búsqueda”. "Las plataformas de redes sociales como Twitter, Facebook, Tencent y TikTok también han tomado medidas para limitar la difusión de información errónea"

Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un correo electrónico



Tras Newtral continuamos con otro “verificador”. En concreto con Maldita.es. 

Convertir en norma el uso sin piedad alguna, y constante; de determinadas técnicas de manipulación por los “verificadores”, como los ataques personales, el hombre de paja, el uso de información sesgada, sustituir la evidencia empírica por los testimonios, ofrecer datos sin contexto o irrelevantes con apariencia de importantes, la creación de estereotipos y prejuicios, como “antivacunas” o “negacionista”; el abuso del argumento de autoridad, ocultar los conflictos de interés de los expertos a los que consultan, omitir la cualificación de la persona que realiza la “verificación”, etc., pueden ser comprensibles si los “verificadores” dejaran claro que lo que hacen es opinar y no verificar. Pero elevar una opinión a “verdad” única y utilizar esta “verdad” como un martillo pilón contra las opiniones que no siguen la “verdad” oficial es simplemente repugnante

Reconozco que me ha costado elegir para mi “verificación” de "verificadores" un tema entre los que maldita ha dado su opinión como si fuera "la verdad”. Finalmente he optado por elegir un tema entre los muchos posibles; el ataque a la “Declaración de Great Barrington”. Declaración firmada por miles de investigadores y profesionales de la salud contrarios a los confinamientos extremos, estados de alarma, toques de queda,  bloqueos de pueblos o barrios, etc.

El motivo para la elección de este tema es la existencia de mucha información sobre como usaron los "verificadores" la desinformación para fabricar un falso "consenso científico" sobre los confinamientos.

No voy a seguir el modelo de “verificación” que usé con Newtral. Esta "verificación" tiene el objeto de dar un marco, un contexto, a lo afirmado por Maldita sobre la Declaración en su “verificación”. Las citas que encabezan este texto son también parte de ese contexto.

El escenario en el que se  plasmó la "verificación" de Maldita.es, tomando la información pasada y presente, tiene el interés de mostrar que la "verdad" de Maldita no es la verdad. Es solamente una opinión discutible, como mucho. 


Declaración de Great Barrington

Para orientarnos. La Declaración de Great Barrington propone la protección de las personas más frágiles al mismo tiempo que el resto de la población hace vida normal:

Adoptar las medidas para proteger a los vulnerables debería ser el objetivo central de las acciones de salud pública dirigidas contra la COVID-19. Por ejemplo, los asilos de ancianos deberían emplear personal con inmunidad adquirida y realizar test al personal y los visitantes con frecuencia. La rotación del personal debería limitarse. Las personas jubiladas que viven en casa deberían contar con provisiones y otros elementos esenciales enviados a sus casas. En cuanto fuera posible, deberían reunirse con sus familiares en exteriores en lugar de interiores. Una lista exhaustiva y detallada de las medidas, incluyendo un abordaje particular para hogares multigeneracionales, puede ser desarrollada, lo que se encuentra perfectamente dentro del ámbito y las capacidades de los profesionales de la salud pública.






 ciencia anterior a marzo 2020

Sobre los virus

En la edición de marzo de 2020 de la publicación Investigación y Ciencia (IyC) se hacía una llamada a la tranquilidad “los datos apuntan a una baja letalidad del virus” “que afecta en especial a personas vulnerables con el sistema inmunitario deprimido”. Esta última cita es fundamental para comprender la Declaración de Great Barrington

En el mismo número de IyC se trataba el tema de la mutaciones. Cuestión que ya empezaba a ser tratado por los medios de comunicación de forma alarmante.

Hace uso días fue portada de algunos medios de comunicación que el coronavirus en Brasil había mutado ´tres veces´. Mutante es una palabra que asusta a mucha gente. Se piensa que un mutante es un ser perverso y siempre malo. Que si el virus muta se está haciendo más virulento.

Pero resulta que los virus mutan permanentemente. Viven mutando. (…) En efecto, el SARS-Cov2, como todos los virus, muta. Y lo más probable, si lo comparamos con otros eventos anteriores es que esa constante mutación haga que el virus se adapte mejor a su huésped, nosotros, y que se vaya haciendo cada vez menos letal (causando síntomas leves) pero que se propague mejor. Eso es lo que al virus le interesa”.





En contra de lo que esperaba la biología, cuando llegó el virus a la Europa desarrollada, con sistemas de sanidad fuertes, el virus (junto a las medidas tomadas) causó una gran mortalidad. Especialmente en los países que implementaron los confinamientos más duros (quedarse en casa). Esto no es opinión, es un hecho.

Sin embargo en Asia, a diferencia de España, Francia, Italia e Inglaterra, durante esa llamada primera ola el virus se comportó como la ciencia esperaba que lo hiciera. En  Japón, sin confinamiento, el pico más alto de la pandemia llegaba el 1 de mayo (el peor de la región omitiendo el desastre de Whuhan) contabilizándose 24 personas fallecidas de una población de 127 millones.


Sobre los confinamientos

La ciencia anterior a marzo de 2020 llamaba a no confinar a personas sanas. A finales de 2019 la OMS aconsejaba cuarentenas sólo para las personas enfermas (con síntomas; nada de PCR positiva). También advertía del mayor riesgo de infección en los espacios compartidos, debido al posible aumento de contacto con personas infectadas; como de la necesidad de valorar los costos y beneficios de las cuarentenas individuales de personas enfermas. Lo que está claro es que no se contemplaba el "quedarse en casa" generalizado como una medida anti-pandemia. Ni juntar a personas no contagiadas con personas contagiadas en lugares cerrados como hospitales o residencias. Ni tampoco tomar medidas sin realizar antes una evaluación del costo-beneficio de éstas:


Balance de beneficios y daños

El objetivo del aislamiento de casos es reducir la transmisión al disminuir el contacto entre las personas enfermas y las susceptibles. La eficacia general del aislamiento es moderada, y es mayor cuando se combina con otras Intervenciones No Farmacéuticas. Sin embargo, las personas que comparten una habitación con un caso aislado (por ejemplo, un miembro de la familia o un compañero de habitación) pueden tener un mayor riesgo de infección, debido al aumento del contacto.

La estrategia más eficaz para mitigar el impacto de una pandemia es reducir los contactos entre las personas infectadas y las no infectadas, reduciendo así la propagación de la infección, el pico de demanda de camas hospitalarias y el número total de infecciones, hospitalizaciones y muertes. Sin embargo, las medidas de distanciamiento social (por ejemplo, el rastreo de contactos, el aislamiento, la cuarentena, las medidas y cierres de escuelas y lugares de trabajo, y evitar las aglomeraciones) pueden ser muy perturbadoras, y el coste de estas medidas debe sopesarse con su impacto potencial.


Hasta aquí la ciencia previa a la pandemia. 


la comisión de investigación sobre el coronavirus en Suecia

En los últimos días de febrero se hacían públicas las conclusiones de la comisión de investigación del coronavirus en Suecia. Lo ocurrido en Suecia en estos dos años es una buena línea de base para evaluar los confinamientos. Podemos comparar los resultados de un país sin confinamientos (ni mascarillas) con los países de confinamiento duro (más toques de queda, cierres de poblaciones o barrios) como España.

Suecia se ha presentado como el ejemplo negativo que ha servido de argumento a favor de las medidas medievales implementadas por Estados como el Español. Que Suecia ha sido un horror sanitario ha sido un  mensaje repetido durante meses:


Desde que comenzó la "pandemia" , en marzo de 2020, Suecia se ha convertido en la ‘oveja negra’ de Europa en la lucha contra el coronavirus. Su política de no tomar casi medidas ni imponer restricciones para alcanzar la inmunidad de grupo y así superar la crisis del coronavirus cuanto antes se demostró fallida muy rápido. 14 meses y tres olas de contagios después, Suecia registra una tasa de incidencia muy superior a la media de otros países europeos y cuadruplica la de España.




El ex-Presidente de EE.UU Donald Trump  (compañero de viaje de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias)  también entró en el fregado este de defender su decisión de confinar difamando la gestión sueca:

A pesar de los informes que indican lo contrario, Suecia está pagando mucho por su decisión de no bloquear. . . . ¡Estados Unidos tomó la decisión correcta!. twitter de D. Trump .



ejemplo de la campaña pro-Suecia y contraria a las críticas de Trump


Otra institución que se pronunció en contra del enfoque sueco fue la OMS. El 25 dejunio de 2020 en rueda de prensa el Dr. Hans Henri P. Kluge, Director Regional de la OMS para Europa, aplaudía el enfoque español y advertía de la “deriva” sueca:

En 11 de estos países/territorios (entre ellos Suecia), la transmisión acelerada ha llevado a un resurgimiento muy significativo que, si no se controla, llevará los sistemas de salud al límite una vez más en Europa.

Países como Polonia, Alemania, España e Israel han respondido rápidamente a los peligrosos brotes de COVID-19 asociados con escuelas, minas de carbón y entornos de producción de alimentos que han ocurrido en las últimas semanas. Cuando aparecieron nuevos grupos de casos, estos se controlaron mediante intervenciones rápidas y específicas. ¡Son muy buenas noticias! ¡Bravo a las autoridades!





La comisión de investigación

A dos años del inicio de la "pandemia",  para la comisión de investigación sueca sobre el coronavirus lo que prima son los aspectos positivos de la gestión del gobierno sueco:

En comparación con el resto de Europa, Suecia ha superado la pandemia relativamente bien y se encuentra entre los países con menor exceso de mortalidad en el periodo 2020-2021. Esto es de agradecer, por supuesto, pero para aprender las lecciones no debemos prever cómo era la situación en la primavera de 2020. En algunos momentos de ese período, Suecia tuvo tasas de mortalidad que se encontraban entre las más altas de Europa. La infección se extendió a muchos centros de atención residencial para personas mayores, algunas personas mayores no tenían sus necesidades de atención evaluadas por los médicos, las directrices emitidas significaban que las personas mayores a veces no recibían el tratamiento hospitalario que podría haberles ayudado, y muchas personas murieron sin ningún miembro de la familia o cualquier otra persona a su lado.


Una de las grandes críticas de la comisión de investigación a la gestión sueca ha sido el abandono de las personas mayores de las residencias.

Los datos de mortalidad y los económicos parecen apoyar la gestión en Suecia de la epidemia (ver el anexo). Aunque no justifican una gestión de la pandemia, como señala el informe de la comisión de investigación, confeccionada a la medida de personas de clase media en activo. 


 las residencias suecas

El caso sueco, al menos, ha demostrado que en esta "pandemia" se podían lograr mejores resultados, evitando muertes y sacrificios, haciendo poco en lugar de hacer mucho. Que, además, este hacer mucho justificado con campañas de ingeniería social es sospechosamente poco eficaz salvando vidas.

Pero el informe de la comisión de investigación es benévolo con la situación vivida en las residencias, al menos durante la primera y segunda "olas". El modelo sueco demuestra que el virus, como afirma la Declarción de Great Barrington, es prácticamente inocuo para la mayor parte de la población. Pero también pone en evidencia que si se deja que un virus respiratorio circule en espacios cerrados, donde habitan personas inmuno-deprimidas, esto acaba en un desastre. 

Si, además, tenemos en cuenta que  a los hospitales vacíos de Suecia nunca llegaron las personas que enfermaron en las residencias, es cuando  llega de mi memoria el Fondo Monetario Internacional (FMI):

 El riesgo de longevidad es un tema que exige más atención ya, en vista de la magnitud de su impacto financiero y de que las medidas eficaces de mitigación tardan años en dar fruto (2012)


De lo sucedido en Suecia el BMJ recogía un testimonio sobrecogedor sobre lo sucedido en las residencias:

Yngve Gustafsson, profesor de medicina geriátrica en la Universidad de Umea, señaló que la proporción de personas mayores en atención respiratoria a nivel nacional era menor que en el mismo período hace un año, a pesar de que las personas mayores de 70 años son las más afectadas por covid-19. Expresó su preocupación por la creciente práctica de médicos que recomiendan por teléfono un “cóctel paliativo” para personas mayores enfermas en residencias.

A las personas mayores se les administra habitualmente morfina y midazolam, que inhiben la respiración”, dijo al periódico Svenska Dagbladet , “Es eutanasia activa, por decirlo más suave”


En Suecia, donde creo haber leído que el 90% de las muertes atribuidas al coronavirus se corresponden a personas que vivían en residencias, no sabemos cuantas personas han muerto de la enfermedad o sedadas. Pero sabemos que con coronavirus o sin él la gente mayor  que estaba en las residencias no tuvo asistencia médica en un país con camas libres. 

Leyendo el resumen de las conclusiones de la comisión de investigación entiendo que la mayor crítica a la gestión es no haber realizado una protección focalizada en las personas en mayor riesgo, mientras el resto de la sociedad hacía una vida normal. Es decir, lo propuesto en la Declaración de Great Barrington.


 arrepentidos del confinamiento

La política de los confinamientos, especialmente las más duras, fueron sólo una opción. Había más ciencia que la de los confinamientos. Nunca fue cierto que los gobiernos que aplicaron la política de confinamiento duro estuvieran siguiendo la ciencia. Siguieron una ciencia; la que les interesaba.

 Resulta extraño que el modelo matemático del Imperial, que aseguraba 500.000 muertes en España para junio de 2020, si no se confiaba, se publicara días después de haber sido decretado por el gobierno de España el confinamiento de la población. Podemos pensar que primero se aplicó la medida política y después vino la "ciencia" a rescatar a los políticos.

En este momento, además nos encontramos con los “arrepentidos” del confinamiento junto a los disidentes de 2020. Este es el caso de uno de los asesores del gobierno del Reino Unido. Mark Woolhouse, catedrático de Inmunología en Edimburgo, miembro de la Academia Británica de Ciencias Médicas ha escrito sobre sus vivencias durante estos dos años de "pandemia": The Year The World Went Mad (El año en que el mundo se volvió loco). 

Para este científico pro-confinamientos, la política de los confinamientos traicionó a los más débiles, arrasó la economía y dañó a niños y jóvenes. Lo que sigue son fragmentos de una entrevista a este asesor del gobierno inglés, aparecida en el suplemento del diario El Mundo: Las Ideas.


P. Sostiene que los confinamientos fueron moralmente erróneos y también ineficaces.

R. Lo fueron. Además en Reino Unido, y supongo que no será distinto en España o Estados Unidos, los datos confirman que las áreas más pobres fueron las que más han sufrido. Hicimos daño a los más jóvenes, no protegimos adecuadamente a quienes más lo necesitaban, no pusimos el foco en ellos, y no acabamos con el virus, porque era imposible. De paso hicimos un daño terrible al tejido económico.




P. Tratamos a todos igual, a los menores de 15 años y los mayores de 75, que tenían 10.000 veces más posibilidades de morir que los jóvenes.

R. No fue igualitario: las generaciones más jóvenes han pagado un precio muy duro para proteger a la minoría más vulnerable. La mayor parte de las muertes se dieron en un 20% de la población. Sería fácil argumentar que confinar a todo el mundo estaba justificado si, y sólo si, el confinamiento hubiera solucionado el problema. Esa fue la primera impresión. Nos encerraríamos durante tres meses y problema resuelto. Pero no existía ninguna posibilidad. Era imposible. La infección estaba demasiado extendida. Todo el trabajo científico demostraba que los confinamientos, con suerte, aplazarían el problema. Pero en cuanto levantásemos el encierro el virus regresaría. La gente aceptó a los confinamientos con unas expectativas falsas. No podían solucionar el problema.





P. ¿Los científicos han estado a la altura?

R. Los comités asesores, yo mismo he formado parte de dos, estaban generalmente conformados por especialistas en medicina clínica y salud pública. El sistema de asesoramiento estaba enfocado a la idea de salvar vidas sin importar el coste. Los confinamientos nunca fueron la mejor forma de lograrlo, incluso fueron contraproducentes, pero el principio de salvar vidas costara lo que costara explica, al menos en parte, lo que sucedió. En el seno de la comunidad científica hubo algunas discusiones, algunas personas no estaban de acuerdo, pero el debate se cortó de raíz muy pronto, y la gente que propuso alternativas fue acallada, con lo que los políticos creyeron que no había alternativa.

P. ¿No la había?

R. Cuando el virus llegó a los grupos de riesgo, y particularmente en el primer confinamiento, durante la primera ola, la mayoría de las infecciones mortales tuvieron lugar, y necesito recalcar esto, durante el confinamiento, no antes o después, durante. El foco y los recursos no deberían haberse puesto en la comunidad general o en los colegios. Habría que haber actuado con mucha más precisión y recursos en hospitales y residencias. 

P. En cuanto a las residencias, las cerramos y nos sentamos a esperar.

R. Fuimos lentos a la hora de subrayar los riesgos para las residencias. Mucha gente no estaba dispuesta a admitir que el mayor riesgo lo corrían los más frágiles, los ancianos, los enfermos. Querían cerrarlo todo y a todos y necesitan justificarlo. Por eso dijeron que todo el mundo estaba en riesgo. Pero no era verdad. Nunca hubo evidencias para respaldar esa idea. Dijeron que todo el mundo estaba en peligro y ya nadie pensó en las residencias o los hospitales.



P. Los niños pagaron un precio enorme.

R. Hablamos de vidas desperdiciadas o dañadas por cómo se hicieron las cosas, y de nuevo, una y otra vez, podría justificarse si el primer confinamiento hubiera acabado con el virus. Sólo fueron tres meses. Pero incluso cuando la gente vio que el virus no se iba, cuando descubrió lo que los epidemiólogos sabíamos desde el principio, mantuvimos unas medidas que perjudicaban a los niños y a los jóvenes, a los estudiantes, a pesar de que no necesitaban esa protección.



el mundo ha cambiado

La cabeza visible en la defensa de los confinamientos en Occidente ha sido Neil Ferguson del Imperial College. Los datos de su modelo matemático justificaron el cierre de Francia y Reino Unido. En una entrevista Ferguson reconoce que nunca pensó que la política de los confinamientos pudiera salir adelante. Pero tras el confinamiento de Italia la posibilidad de secuestrar a un país entero ya no era cosa sólo de Fumanchu o de "comunistas" chinos.

En una entrevista concedida a  The Times Ferguson habla sobre el giro que ha dado el planeta. No hubo ciencia, lo que hubo fue una oportunidad:


"En 2019, más o menos en el momento en el que alguien se estaba infectando de un murciélago, ningún plan de pandemia de un país europeo contemplaba seriamente la posibilidad de poner un país en pausa. Entonces, eso fue lo que hizo China."

 “Creo que el sentido de la gente de lo que es posible en términos de control cambió drásticamente entre enero y marzo”. Cuando el Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) vieron la "intervención innovadora" en China, de encerrar a poblaciones enteras y no permitirles salir de sus hogares, creyeron  que no sería una opción disponible en una democracia occidental liberal:

Es un estado comunista de partido único, dijimos. No podíamos salirnos con la nuestra en Europa, pensamos... y luego Italia lo hizo. Y nos dimos cuenta de que podíamos.





Terminando

Esto es parte del contexto en el que se publicó la verificación sobre la Declaración de Great Barrington. Científicos ninguneados, bloqueados,  censurados o como se quiera catalogar. Desaparecidos bajo el manto de la “verdad”.  

No he seguido el esquema de mis verificaciones de "verificadores" anteriores, entre otras cosas, porque volver a señalar las falacias y métodos seguidos por los verificadores ya lo he tratado en más ocasiones y ya me cansa. Lo que quería dejar claro por otro camino es como los “verificadores” no verifican hechos, sólo tratan de  imponer su opinión (que siempre es la "verdad" estatal) a la sociedad mediante lo que dicen que es "verificar". 


La "verificación" de Maldita

Retomando la Declaración de Great Barrington, uno de sus promotores ha sido el Dr. Martin Kulldorff, que es uno de los expertos en pandemias y salud pública más cualificados de los Estados Unidos.

Su currículum, que se puede consultar en el sitio web de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), incluye una lista de 201 artículos publicados en revistas revisadas por pares (45 páginas). Su trabajo ha sido citado más de 27.000 veces aunque para los "verificadores" es sólo un equivalente al Dr. Bacterio.

En una entrevista Kulldorff aclara lo sucedido con la Declaración tras mostrar que no existía ningún consenso científico sobre los confinamiento. 

“La clave fue romper la pretensión de que había un consenso científico para estos bloqueos, que no lo había”.

“Realmente no hay argumentos de salud pública en contra de la declaración. Entonces, si quieres criticarla, tienes que… inventar mentiras al respecto y luego atacar eso, además de calumniar a las personas que están detrás. E hicieron ambas cosas”


correo entre Collins y Fauci

correo entre Collins y Fauci traducción: traductor google



Tras presentar el contexto en el que se publicó la "verificación" de Maldita.es sobre la Declaración de Great Barrington, es un buen momento para leer la "verificación". Si hay ganas, claro.


https://maldita.es/malditaciencia/20201014/el-manfiesto-contra-el-confinamiento-supuestamente-firmado-por-miles-de-cientificos-no-muestra-las-firmas-a-14-de-octubre-y-propone-una-alternativa-con-un-alto-riesgo-para-la-poblacion-vulnerable/



ANEXO:

Carta 2 narzo de 2019

https://drive.google.com/file/d/18G8H92yNztQp_CtjtoaA0kFcTv57AXUJ/view?ths=true

https://www.amnestyusa.org/our-work/government-relations/advocacy/achieving-a-fair-and-effective-covid-19-response-an-open-letter-to-vice-president-mike-pence-and-other-federal-state-and-local-leaders-from-public-health-and-legal-experts-in-the-united-states/


Exceso de mortalidad por todas las causas en Suecia y España durante la pandemia (cuanto más arriba la línea mayor es la mortalidad):



En la edición del 1 de Enero de 2022 The Economist publicaba un análisis sobre la situación de las economías más ricas del mundo tras la pandemia. De 23 países España ocupaba el puesto 23 en la lista. Es la economía que peor le ha ido durante estos dos años de todos los países ricos:  

“Hemos clasificado cada economía según su desempeño en cada medida, creando una puntuación general (la siguiente tabla muestra la clasificación general y cuatro de nuestros cinco indicadores). Algunos países permanecen en los pozos económicos, mientras que a otros les está yendo mejor que antes de la pandemia en casi todas las medidas. Dinamarca, Noruega y Suecia están todos cerca de la cima, y Estados Unidos también se ha desempeñado razonablemente bien. Sin embargo, a muchos grandes países europeos, como Gran Bretaña, Alemania e Italia, les ha ido peor. España ha sido la peor en todo.”



exceso de mortalidad en países de la OCDE durante el primer año y medio de pandemia



Comentarios

  1. Respuestas
    1. Gracias Paco, que a veces tengo la sensación de que este no es mi mundo.
      Saludos

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