psicólogos exigen investigar el uso del terror y la propaganda


 cualquiera que pueda hacerte creer absurdos puede hacerte cometer atrocidades
Voltaire

Durante estos dos siglos de epidemia, hemos podido ver en acción dos caras de la Psicología. La de la psicoterapia, de la que participo, en la que nos ha tocado acompañar los duelos, a las víctimas del terror, tratando de aliviar el daño provocado por los monstruos que nos gobiernan. La otra cara corresponde a los planificadores del terror. 

Informa The Telegraph que un grupo de psicólogos del Reino Unido ha exigido,  en una carta al Parlamento, una investigacion sobre el uso del miedo y la propaganda por parte del gobierno durante estos dos siglos. 

Esta noticia tiene su recorrido. Seguramente debido a que el Reino Unido es un lugar con algún parecido a eso que llaman democracia, con algo de transparencia, ya había cosas públicas y publicadas. 

El grupo de psicología encargado  del control social durante la "pandemia" en el Reino Unido es el llamdo Scientific Pandemic Insights Group on Behaviors (SPI-B). Organismo que a su vez es un subcomité del Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) con la tarea de asesorar al gobierno del Reino Unido sobre la mejor estrategia para lograr la  obediencia ciega a las medidas covid. 

Sintetizando esta cuestión, la integración de esta "ciencia" del comportamiento  o ingeniería social en la política del Reino Unido se ha materializado con la inclusión de David Halpern (psicólogo) director ejecutivo del Behavioral Insights Team (BIT) en el SAGE y con el desarrollo del grupo asesor ISPI-B.

 En una reunión celebrada el 22 de marzo de 2020,  el ISPI-B propuso al gobierno una serie de técnicas de control social debido a la oposición de la gente joven a las restricciones: “Un número considerable de personas todavía no se sienten lo suficientemente amenazadas personalmente”. 

En este encuentro se llegó a una conclusión, que “el nivel percibido de amenaza personal debía aumentar entre aquellos que son complacientes, utilizando mensajes emocionales contundentes”. 

El Apéndice B del acta de la reunión recogía una serie de puntos con el objetivo de fomentar el cumplimiento de las restricciones covid, entre ellos,  el uso de los medios de comunicación para aumentar el terror y generalizar la percepción de amenaza a toda la sociedad.

Vamos con la carta. Un grupo de 40 psicólogos, por iniciativa del Dr. Gary Sidley, psicólogo clínico, han escrito al Comité de Asuntos Constitucionales y Administración Pública del Parlamento, para denunciar que un equipo de funcionarios dedicados a “empujar” el comportamiento de la población en la dirección "adecuada" durante la pandemia, no ha  rendido cuentas sobre su actuación y, además,  es probable que sus iniciativas hayan carecido de toda ética. 

Los firmantes denuncian el uso del miedo:

"Conscientes de que una población asustada es obediente, se tomó una decisión estratégica para inflar los niveles de miedo de todo el pueblo británico" 

Los 40 firmantes de la carta han mostrado, por tanto, su rechazo al uso de anuncios dramáticos, que incluían lemas como: "Si sales, puedes difundirlo, la gente morirá".

Han mostrado su desacuerdo con el uso de “imágenes de enfermos agudos en unidades de cuidados intensivos” en vallas publicitarias y anuncios de televisión, así como el “mono-enfoque macabro de mostrar el número de muertes por COVID-19 sin mencionar la mortalidad por otras causas o el hecho que, en circunstancias normales, alrededor de 1.600 personas mueren cada día en el Reino Unido”.

Según los firmantes, el uso del miedo ha provocado  consecuencias muy negativas para la población:

“La vergüenza y el chivo expiatorio han animado a algunas personas a acosar a quienes no pueden o no quieren cubrirse la cara."

“Lo que es más inquietante, los niveles de miedo exagerados han contribuido significativamente a muchas miles de muertes en exceso no relacionadas con el covid que se han producido en los hogares de las personas, las ansiedades estratégicamente aumentadas desalientan a muchos a buscar ayuda para otras enfermedades”

Los firmantes han expresado que es "muy cuestionable que una sociedad civilizada aumente deliberadamente el malestar emocional de sus ciudadanos como un medio para obtener  obediencia".




La carta también recoge que: “El uso del miedo, la vergüenza y los chivos expiatorios por los científicos del gobierno para provocar el cambio de opinión es una práctica éticamente dudosa que, en algunos aspectos, se parece a las tácticas utilizadas por los regímenes totalitarios como China, donde el Estado penaliza con dolor a un subconjunto de su población en un intento de eliminar creencias y comportamientos que percibe como desviados”. …

Los 40 firmantes mencionan la reunión del 22 de marzo de 2020, donde y cuando el SPI-B  recomendó  que “el nivel percibido de amenaza personal debe aumentar entre aquellos que son complacientes” y pidió mensajes más aterradores.



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